jueves, junio 30, 2011

Amor fraternal. Felicidades.

Oh, mi  amada y nunca bien ponderada hermana, feliz cumpleaños.
Sé que fue ayer, pero es que como actualicé de madrugada, pues no fui consciente de que ese era tu día de cumpleaños. No tengo fiesta sorpresa, pero sí voy a plasmar la discursión más famosa que hemos tenido en todos los tiempos en tu honor.

Una vez pasada la tierna y dulce infancia, las frutas hermanas no resuelven sus problemas con la violencia física, si no con el diálogo. Bueno, con el diálogo plagado de violencia verbal. Este es uno de los mejores ejemplos. Mmmm no, pero es el que más me gusta. Lo escribo yo y pongo lo que quiero. ¡Escribid un blog vosotros y dejadme en paz! Como mi blog lo pueden leer menores, no escribiré palabras malsonantes (-Pero Mandarina, si ya lo has hecho antes... -¡Callad, duendecillos, callad!)

NARANJITA: ¿Qué se siente al ser la hermana fea?
MANDARINA: Dímelo tú.

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