En ocasiones, noto que estás ahí, esperando algo. Que te mire, o me acerque, o te haga algún tipo de señal.
Y en otras, siento que pasas de mí. Que te da igual. Que te doy igual.
Luego te emborrachas y te vuelves un poeta. Para qué vas a abrir los ojos.
Y quizás el problema sea que los dos estamos esperando lo mismo. Y que aquí nadie parece querer enseñar sus cartas.
Soy retrasada, lo sé. Y lo vas a leer y me cago en la puta. Yo intento hacer como que nadie lee este blog para que vuelvaaserlodeantesperonoesasiymejodetengoquehacermeotroperonotengotiempoademasnoserialomismosinseryaunamandarinaynopuedoserlootravezporqueentoncesmebuscariaisengoogleysaldriayalamierdamevoyadormircampeones
publicaronopublicarheahilacuestion
No hay comentarios:
Publicar un comentario