Oh, Marta, tú que eres tan lista, tiene, al parecer, muchas cosas cosas que contarme. Pero no quiere contarlas por teléfono, no vaya a ser que lo escuchen sus padres. O peor, que lo escuche su hermana y la chantajee hasta la saciedad (y ya no le quedan riñones que donar). Dice que ya cuando nos veamos me informará. O sea, el 23 de diciembre. Para entonces puede que hayan pasado muchas otras cosas que eclipsen a las que tan importantes son en este momento. Pero le da igual. Solo me ha contado que va a hacer de Mimi en el musical de RENT de fin de curso de su cole supermegaultrahipercaro. Y yo espero que sea la versión completa, y no la reducida de la película, que no tiene todo el sentido que debiera.
Lo peor es que ella me conoce, y sabe que necesito cotilleos para sobrevivir, y aún así, me deja con la intriga de "tengo una cosa súperfuerte que contarte, pero es que ahora no puedo", y a mí me toca esperar hasta Navidad, por muchos yogures caducados que me tome.
Estoy por vengarme, pero no sé muy bien cómo. Se aceptan sugerencias.
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