In daylights, in sunsets, in midnights, in cups of coffee? In inches, in miles, in laughter, in strife?
In deapers, report cards, in spoke wheels, in speeding tickets? In contracts, dollars, in funerals, in births?
In truths that she learned?
In times that she cried?
Son otros 525.600 minutos que se han ido. Unos minutos que han sido muy raros. Pero claro, cómo no van a serlo, si nunca son iguales a los anteriores.
Ha sido un año lleno de cambios, miles de cosas nuevas, finales y comienzos.
Empezó... como todos, supongo, con ropa interior roja y una copa de champán, con familiares que gritaban "Feliz año nuevo", sin que me hubiera terminado las uvas (va, uvas de verdad, ¿eh?), con una Kiwi que apenas decía alguna palabra, con estrés, con unas frutitas que no sabían nada de nada de nada.
Y transcurrió con tres días (que no eran tan malos, por cierto), con Hermanos imbéciles, con pantalones nuevos y jerséis horribles de algún profesor de historia, con resúmenes, con ensayos, con exámenes, con conciertos. Con uno de los viajes de mi vida. Con el cumpleaños de Manzanita, y el comienzo del grupito tal y cómo lo conocemos. Con poesías y canciones y colaboraciones. Con unos taconazos de catorce centímetros, que nunca creí conseguir llevar, con una graduación (y toooodos los cotilleos que trajo consigo), con unas notas geniales, y una semana entera encerradas en una biblioteca en la que no hacíamos más que hablar y salir a descansar, ir al baño a quitarnos las hormigas que corrían por nuestra espalda, leer este blog, ver vídeos graciosos y pensar en lo que vendría después de los exámenes. Con una Selectividad hecha, me da igual cómo. Con el final. Con una semana en Sandía de la que han quedado tantos recuerdos, tantos vídeos, tantas fotos, tantos diarios, tantas frases, tantas estrellitas, tantos maromos en el facebook de alguna, tantos pelos y señales. Con la deseada vuelta del Señor de forma Cúbica desde las Américas. Con una fiesta sorpresa en la que me enfadé más de lo que debería, con el descubrimiento de tantos musicales. Con las rebajas más geniales de mi vida, con los armarios más llenos que nunca, los bolsillos más vacíos que nunca para Narajinta y para mí. Con la barbacoa en Cereza, con mis ya cumplidos dieciocho, con una "cultura" ligeramente ampliada gracias al señor Naranja.
Con una Galicia perenne, que verano tras verano, me trae las mismas sensaciones de ser de nuevo pequeña, de sentirme en casa aunque esté sola en medio del verde más verde, que huele a flashbacks de recuerdos y de pensamientos pasados que no consigo en ningún otro sitio, que hace que crea en la magia y en que todo está bien y que nada va a cambiar nunca porque ya es perfecto.
Con aguantar a Manzanita despertándose tardísimo para mirar otra vez el móvil, y suspirar o desesperarse. Con quedarnos hasta las tantas, para ver un capitulito más en el que vernos reflejadas. Con conversaciones sobre posibles piratitas y sobre la famosa foto. Con la peor fiesta del mundo mundial.
Con otro intento fallido de ponerme morena. Con Pepito Piscinas y su maxipillada de Mandarina en topless. Con más ganas de parar el tiempo. Con menos libros que leer antes de morirme.
Con los comienzos. Con los mayores "no sé qué ponerme" de la historia. Con equivocaciones de clase. Con grandes y pequeños hijos de puta. Con más suspensos que en la vida. Con nódulos. Con profesoras estúpidas. Con ainfinit guaias. Con días enteros en la universidad. Con partidas de mus, de thesaurus, de diekurve. Con canciones nuevas. Con rimas de leordas gordas, nietos, prácticas, proyectos y conversaciones eternas de whatsapp. Con estancias en cuevas bibliotequiles.
Con el inicio. Con tres pasos atrás por cada paso adelante después de borracheras. Con los montaditos, las pajaritas de papel, las palomitas, las moñadas, las piruletas y los BeBonGoles que todavía me debes.
Y se va como vino, supongo: con doce campanadas vistas desde el balcón de la Plaza Mayor, con la radio que este año tampoco funcionará, con una Kiwi que ya no se calla, con lo que no me queda tan bien como desearía, con rímel, brillo y lápiz negro, con menos inseguridades, con menos problemas, con menos posibilidades de aprobar.
Señorita! ... Un gofre por favor.
ResponderEliminarY un poquito más un poquito no se cuanto será.. Pero poquito a poquito, llegaron a China ;)
aisss mi leorda leorda eres la más gorda!!(de broma q luego te lo crees y no quieres acompañarme a por el kinder bueno xD)
ResponderEliminarno te podrás quejar de año eeh... pero ya puedes empezar a preparar la entrada del 2012, q va a ser genial!!!
me ha gustado mucho mucho este año, en gran parte xq lo he compartido contigo y sé q el 2012 será mucho mejor!
ResponderEliminarmaduraremos poco a poco como buenas frutitas o nos caeremos del árbol con un buen porrazo, pero ya se verá. de momento, vamos a seguir disfrutando, vamos a seguir viviendo.
Manznita :)