Siento no poder estar con vosotras. Aunque me estéis odiando por dentro y echándome la bronca por teléfono, no es mi culpa. Es que a Clemente le he dicho que si podía ir hoy a dormir a casa de Granada, y me ha mirado con su cara de "Haz lo que te de la gana, pero como mañana quieras dormir en el coche, voy a cantar el Anduriña más alto que lo que he cantado en mi vida" y me ha dicho "¿No crees que te estás pasando?". Y sí, que les tengo muy mal acostumbrados, y esto de mi vida nocturna de todos los findes, sumado a mis malas notas, les viene de nuevas y no les hace mucha gracia.
Además, un quebradero menos de cabeza: no tengo que pensar en qué me voy a poner.
Y así podremos petarlo mazo el lunes, disfrazadas de ratita o de novia cadáver o de Lagoona Blue o de lo que queráis.
Espero que me lo contéis con pelos y señales.
Os llamaré bien tempranito y gritaré un: BUEEEEEEEEENOS DÍÍÍÍÍÍÍAS, tal y cómo es costumbre.
domingo, octubre 30, 2011
sábado, octubre 29, 2011
Tregua, what tregua?
Así que en cuestión un verano, he pasado de tener el autoestima bajo a ser una creída. Y lo que antes era la opción preferible, ha pasado a ser la indeseable. Es que sí, además, ahora soy mala persona y todo lo que hago es con la intención de arruinar vidas. Y soy jodidamente inmadura e infantil, y una junkie. Y me he vuelto súper pija, porque llevo ropa elegante para los eventos. Y una puta (esto ya porque sí).
Ajá, comprendo. Y a los ojos del mundo, soy la mala de la peli, simplemente porque yo paso de hablar del tema con gente a la que no le importa (por mucho que asientan y sonrían).
Qué sutilidad la de retuitear frases que significan "Sí, va por ti. Vamos, vamos, siéntete culpable". Como si me importara. Como si fuera a cambiar algo. Soy un monstruo de persona, pero creía que ya te habías dado cuenta.
Ajá, comprendo. Y a los ojos del mundo, soy la mala de la peli, simplemente porque yo paso de hablar del tema con gente a la que no le importa (por mucho que asientan y sonrían).
Qué sutilidad la de retuitear frases que significan "Sí, va por ti. Vamos, vamos, siéntete culpable". Como si me importara. Como si fuera a cambiar algo. Soy un monstruo de persona, pero creía que ya te habías dado cuenta.
miércoles, octubre 26, 2011
Manía persecutoria
Hoy me ha sorprendido que siguiera siendo de día al salir del metro. Quiero decir, llevaba unos días en los que no veía la luz del sol más que por la ventana de la uni (y bueno, en los paseíllos de la cafetería al edificio cuatro, del edificio cuatro a la biblioteca, de la biblioteca a por las cartas, y de nuevo a la cafetería). Pero que hacía tiempo que no llegaba al barrio cuando todavía podía andar tranquilamente sin que me diera la sensación de que me están siguiendo. De que oigo pasos detrás (aunque me giro no hay nadie). De que hay una sombra acechando detrás de algún árbol. De que recuerdo todas esas leyendas urbanas con más detalle del que tenía cuando me las contaron. De que tengo que dejar marcado el teléfono de Clemente. De que me mentalizo de que dentro de tres pasos tengo que empezar a correr.
Sí, la verdad es que estoy loca. Pero bueno, hoy me ha sorprendido que siguiera siendo de día al salir del metro.
Sí, la verdad es que estoy loca. Pero bueno, hoy me ha sorprendido que siguiera siendo de día al salir del metro.
domingo, octubre 23, 2011
viernes, octubre 21, 2011
miércoles, octubre 19, 2011
Viejas conversaciones de chat de madrugada
Mandarina se aburre mucho (a pesar de que aumenta de manera peligrosa y exponencial su "Lista de Cosas Urgentes que Hacer") y se dispone a releer conversaciones de chat de hace siglos. Encuentra una que, dada la situación actual, le hace mucha gracia.
Se abre el telón. Las actrices deben encontrarse, cada una, en una punta del escenario, y con un papel desde el que leerán su texto. El color del fondo debe ser distinto en cada mitad del mismo (a poder ser, que se traten de colores complementarios) y separados por una franja blanca como la que separaría dos viñetas de un cómic. Así mismo, antes de que alguna de ellas hable, sonará un "Ti-nín", y mientras lo haga, se iluminará con mayor intensidad la mitad del escenario en la que ella se encuentre.
MANZANITA dice:
Mandarina, es que tú eres distinta.
MANDARINA dice:
¿Dices distinta cuando quieres decir rara?
MANZANITA dice:
No, quiero decir que eres como su amor platónico.
MANDARINA dice:
Claro, como soy tan rara no me puede tener y por eso se obsesiona conmigo.
FIN. Como nadie ha sido avisado del estreno de la obra, nadie ha acudido a verla. Por ello nadie aplaude y se suspende la temporada. Tampoco nadie ha perdido dinero, puesto que nadie ha invertido una mierda. Así que, oye, todos contentos y para casita.
Se abre el telón. Las actrices deben encontrarse, cada una, en una punta del escenario, y con un papel desde el que leerán su texto. El color del fondo debe ser distinto en cada mitad del mismo (a poder ser, que se traten de colores complementarios) y separados por una franja blanca como la que separaría dos viñetas de un cómic. Así mismo, antes de que alguna de ellas hable, sonará un "Ti-nín", y mientras lo haga, se iluminará con mayor intensidad la mitad del escenario en la que ella se encuentre.
MANZANITA dice:
Mandarina, es que tú eres distinta.
MANDARINA dice:
¿Dices distinta cuando quieres decir rara?
MANZANITA dice:
No, quiero decir que eres como su amor platónico.
MANDARINA dice:
Claro, como soy tan rara no me puede tener y por eso se obsesiona conmigo.
FIN. Como nadie ha sido avisado del estreno de la obra, nadie ha acudido a verla. Por ello nadie aplaude y se suspende la temporada. Tampoco nadie ha perdido dinero, puesto que nadie ha invertido una mierda. Así que, oye, todos contentos y para casita.
martes, octubre 18, 2011
El baúl de los recuerdos
Mi baúl de los recuerdos es una caja de zapatos.
Mechones de pelo de hace doce años, mis cuentos ilustrados, una cabeza arrancada de una muñeca, diplomas por chorradas, carnés de biblioteca, cartas desde Albacete, pulseras de ex-mejores amigas del mundo mundial, billetes de metro lyoneses, tickets de cosas que supuse memorables, entradas de cine de historias que ni recuerdo, notitas pasadas en clase comentando absurdeces que ya hasta me dan vergüenza, recortes de periódico, bonos del comedor de días en los que me arriesgué a no ir, viajes de Melide a Ourense, a la Coruña, a Santiago, chuletas de Filosofía, cambiazos de Mates, papeles que envolvieron regalos, entradas para El Fantasma de la Ópera, los Miserables y RENT, dibujos de gente que importó algo en algún momento, un móvil que ya ni carga, autógrafos, memorias de Italia, Escocia y Nueva York, bocetos de historias de ángeles y princesas, poemas inconclusos, retales de aquellos preciosos vaqueros que murieron por culpa de una caída en patines, programas de conciertos en el colegio, con la coral o con Frutandra, cartas que yo también olvidé quemar, manuscritos originales de canciones, exámenes de Selectividad, sombreros sandieros, velas de mi dieciocho cumpleaños, fotos de carné, y demás mierdas que guardo.
Me transportan al pasado, al sentirme de nuevo como esa persona que sé que fui, pero que ya no siento como yo.
Mechones de pelo de hace doce años, mis cuentos ilustrados, una cabeza arrancada de una muñeca, diplomas por chorradas, carnés de biblioteca, cartas desde Albacete, pulseras de ex-mejores amigas del mundo mundial, billetes de metro lyoneses, tickets de cosas que supuse memorables, entradas de cine de historias que ni recuerdo, notitas pasadas en clase comentando absurdeces que ya hasta me dan vergüenza, recortes de periódico, bonos del comedor de días en los que me arriesgué a no ir, viajes de Melide a Ourense, a la Coruña, a Santiago, chuletas de Filosofía, cambiazos de Mates, papeles que envolvieron regalos, entradas para El Fantasma de la Ópera, los Miserables y RENT, dibujos de gente que importó algo en algún momento, un móvil que ya ni carga, autógrafos, memorias de Italia, Escocia y Nueva York, bocetos de historias de ángeles y princesas, poemas inconclusos, retales de aquellos preciosos vaqueros que murieron por culpa de una caída en patines, programas de conciertos en el colegio, con la coral o con Frutandra, cartas que yo también olvidé quemar, manuscritos originales de canciones, exámenes de Selectividad, sombreros sandieros, velas de mi dieciocho cumpleaños, fotos de carné, y demás mierdas que guardo.
Me transportan al pasado, al sentirme de nuevo como esa persona que sé que fui, pero que ya no siento como yo.
domingo, octubre 16, 2011
Moo with me
O suicídate directamente, que viene a ser lo mismo.
Nunca creí que una cámara me odiara tanto, aunque no es comparable con lo que me deben odiar mis vecinos a estas alturas.
Espero no encontrarme con ellos en el ascensor en una semana, por lo menos: el silencio sería más incómodo de lo habitual. Y si dicen algo, sería sin duda peor. Imagináos.
Mandarina está saliendo tarde de casa, como siempre: Uva seguro que ya está en el metro esperando a que llegue. Por fin, se abre el ascensor. Están dentro los vecinos de arriba, el padre, calvo, y la hija, de unos nueve años.
VECINO: Buenos días.
MANDARINA: Buenos días. ¿Bajáis?
VECINO: Sí.
Sileeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeencio. Sileeeeeeeeeeeeeeeeencio. Sileeeeeeeeeeeeeeencio. Sile.
Se abre el ascensor.
MANDARINA: Hasta luego.
VECINO: Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
Mandarina reza por que no vean como se pone roja y huye a la puerta sin mirar atrás.
Nunca creí que una cámara me odiara tanto, aunque no es comparable con lo que me deben odiar mis vecinos a estas alturas.
Espero no encontrarme con ellos en el ascensor en una semana, por lo menos: el silencio sería más incómodo de lo habitual. Y si dicen algo, sería sin duda peor. Imagináos.
Mandarina está saliendo tarde de casa, como siempre: Uva seguro que ya está en el metro esperando a que llegue. Por fin, se abre el ascensor. Están dentro los vecinos de arriba, el padre, calvo, y la hija, de unos nueve años.
VECINO: Buenos días.
MANDARINA: Buenos días. ¿Bajáis?
VECINO: Sí.
Sileeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeencio. Sileeeeeeeeeeeeeeeeencio. Sileeeeeeeeeeeeeeencio. Sile.
Se abre el ascensor.
MANDARINA: Hasta luego.
VECINO: Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
Mandarina reza por que no vean como se pone roja y huye a la puerta sin mirar atrás.
No soy perfecta y no pasa nada
Cuando estás contenta contigo misma, no necesitas encontrarle defectos a los demás para sentirte bien (porque ya te sientes bien). No existe la envidia, ya que no deseas nada más que lo que tienes. Eres capaz de reconocer las cosas buenas de los otros sin verlos como una amenaza. Tampoco necesitas que te repitan lo perfecta que eres. Simplemente te miras al espejo y sonríes, porque te gusta saber que eres tú, y no otra, la que está ahí enfrente.
Pero para eso, lo primero es aceptar lo que tienes y lo que no. Y dejar de lamentarte por cosas que no pueden ser. Y dejar de ponerte excusas. Y dejar de buscar lo malo, y ver de una vez todo lo bueno. Y dejar de acumular en el armario cosas que no te puedes poner. Que no te quedan bien. Que es imposible dejar el chocolate. Y no pasa nada.
El mundo no espera que seas perfecta. Nadie lo es, y no te culpan por no serlo. Para de reprocharte todo aquello que crees que te falta, simplemente porque eres tú. Deja ya de sentirte inferior, y de sentirte superior.
Y sé feliz con todo lo que eres, que no es precisamente poco.
Pero para eso, lo primero es aceptar lo que tienes y lo que no. Y dejar de lamentarte por cosas que no pueden ser. Y dejar de ponerte excusas. Y dejar de buscar lo malo, y ver de una vez todo lo bueno. Y dejar de acumular en el armario cosas que no te puedes poner. Que no te quedan bien. Que es imposible dejar el chocolate. Y no pasa nada.
El mundo no espera que seas perfecta. Nadie lo es, y no te culpan por no serlo. Para de reprocharte todo aquello que crees que te falta, simplemente porque eres tú. Deja ya de sentirte inferior, y de sentirte superior.
Y sé feliz con todo lo que eres, que no es precisamente poco.
sábado, octubre 15, 2011
Cómo ganar tiempo
-Poniendo una tiendecita de campaña en el metro y quedándome allí a vivir.
-Faltando a Física eternamente.
-Anocheciendo tarde y amaneciendo pronto.
-Matando quinientos pájaros de un tiro.
-Abandonando las redes sociales.
-Creando la pulsera del teletransporte.
-Prohibiéndome el mus.
-Ocupando el segundo piso de la biblioteca cada vez que precise acudir a ella.
-Viajando atrás en el tiempo y advirtiéndome de lo chungo que es todo.
-Viajando atrás en el tiempo y punto.
-Dejando la coral por los siglos de los siglos.
-Vaya basura de lista.
-Me aburro.
-Faltando a Física eternamente.
-Anocheciendo tarde y amaneciendo pronto.
-Matando quinientos pájaros de un tiro.
-Abandonando las redes sociales.
-Creando la pulsera del teletransporte.
-Prohibiéndome el mus.
-Ocupando el segundo piso de la biblioteca cada vez que precise acudir a ella.
-Viajando atrás en el tiempo y advirtiéndome de lo chungo que es todo.
-Viajando atrás en el tiempo y punto.
-Dejando la coral por los siglos de los siglos.
-Vaya basura de lista.
-Me aburro.
jueves, octubre 13, 2011
miércoles, octubre 12, 2011
Viva la reina del sarcasmo
Tumbada en el sofá, mientras veo a mi madre recoger la mesa, pienso que quizás debería levantarme y hacer algo por la patria, como fregar, por ejemplo.
Pero me escondo en mi habitación, donde Clementina no podrá dirigirme miradas de reproche ni hacer comentarios sarcásticos en voz alta, que sé que van por mí a pesar de que se los esté diciendo a mi hermana.
Pero me escondo en mi habitación, donde Clementina no podrá dirigirme miradas de reproche ni hacer comentarios sarcásticos en voz alta, que sé que van por mí a pesar de que se los esté diciendo a mi hermana.
martes, octubre 11, 2011
El vodka
Hoy me ha tocado ser algo que no era una persona ni un lugar en el ¿qué tengo en el coco?
He sido caca, claro, porque lo ha escrito Melón; he sido Pocoyó, ya que Melocotón tiene algún tipo de trastorno con su infancia y mesa, porque Piña creía que no iba a ser capaz de creerme que iba a poner algo que había mencionado antes.
También he sido Vodka, y he tardado relativamente poco en averiguarlo.
Y, tú, que careces de nombre frutil (tú sabes si eres), me lo estoy pasando bien.
Guatalaifdisguan.
Molan los márbados.
He sido caca, claro, porque lo ha escrito Melón; he sido Pocoyó, ya que Melocotón tiene algún tipo de trastorno con su infancia y mesa, porque Piña creía que no iba a ser capaz de creerme que iba a poner algo que había mencionado antes.
También he sido Vodka, y he tardado relativamente poco en averiguarlo.
Y, tú, que careces de nombre frutil (tú sabes si eres), me lo estoy pasando bien.
Guatalaifdisguan.
Molan los márbados.
lunes, octubre 10, 2011
Cómo perder el tiempo
-Jugando al mus mientras desayunas un día antes del puente.
-Pretendiendo estudiar Álgebra, Cálculo y Prácticas de laboratorio con Melocotón, Melón, Piña y Plátano, que son malas personas y no te dejan concentrarte.
-Discutiendo sobre quién lleva peor en examen del viernes y quién tiene menos tiempo para empollar.
-Filosofando sobre el quémepongo trascendental y otras obras de la metafísica kantiana.
-Haciendo listas hipócritas de "cómo perder el tiempo", cuando en el pasado decías que "nunca el tiempo es perdido".
-Durmiendo más horas de las necesarias.
-Viajando en transporte público.
-Recontando la historia del foniatra y los micronódulos, que tu madre no recuerda y te acusa de no habérsela contado.
-Haciendo trabajos para Técnicas de Comunicación blablabla.
-Viendo Nine cuando tienes cosas importantes que hacer, autoponiéndote la excusa de que si no no vas a saber interpretar bien la mierda de canción.
-Todo lo anterior, pero en inglés.
-Pretendiendo estudiar Álgebra, Cálculo y Prácticas de laboratorio con Melocotón, Melón, Piña y Plátano, que son malas personas y no te dejan concentrarte.
-Discutiendo sobre quién lleva peor en examen del viernes y quién tiene menos tiempo para empollar.
-Filosofando sobre el quémepongo trascendental y otras obras de la metafísica kantiana.
-Haciendo listas hipócritas de "cómo perder el tiempo", cuando en el pasado decías que "nunca el tiempo es perdido".
-Durmiendo más horas de las necesarias.
-Viajando en transporte público.
-Recontando la historia del foniatra y los micronódulos, que tu madre no recuerda y te acusa de no habérsela contado.
-Haciendo trabajos para Técnicas de Comunicación blablabla.
-Viendo Nine cuando tienes cosas importantes que hacer, autoponiéndote la excusa de que si no no vas a saber interpretar bien la mierda de canción.
-Todo lo anterior, pero en inglés.
domingo, octubre 09, 2011
Querido octubre, dos puntos
Ya sé que me quejaba continuamente del tiempo veraniego que todavía hacía, que no me dejaba estrenar toda mi ropa nueva, que me obligaba a llevar miles de capas por las mañanas y la mochilla llena de chaquetas por las tardes, pero podías avisar antes de cambiar de parecer tan repentinamente, ¿no? Lo justo para no constiparme días antes de la llegada de un puente. Lo justo para no quedarme sin voz cuando iba a comenzar a ir al foniatra.
Y porque odio la leche con miel, que es un sabor de invierno. Ni siquiera consigue lo que prometen las abuelas: A mí me sigue doliendo la garganta.
Espero que hagas el favor de informarme de tus próximas opiniones. Y procura dejar de acortar los días. Llámame, ¿vale?
Un besito.
Y porque odio la leche con miel, que es un sabor de invierno. Ni siquiera consigue lo que prometen las abuelas: A mí me sigue doliendo la garganta.
Espero que hagas el favor de informarme de tus próximas opiniones. Y procura dejar de acortar los días. Llámame, ¿vale?
Un besito.
sábado, octubre 08, 2011
viernes, octubre 07, 2011
Universos paralelos
Viajar en el tiempo no es realmente tal. Te diriges a otro lugar, a otro universo, paralelo a aquel en el que te encuentras donde la realidad no es igual a la que conoces.
Existen infinitos universos paralelos. Y se siguen creando más: cada vez que tomas una decisión, por pequeña que esta sea, surge un universo paralelo donde has escogido la opción ahora desechada. Donde aquello contingente ha sucedido, donde la historia ha seguido otro curso, donde no estamos nosotros, donde somos diferentes. Existimos billones de veces, y de billones maneras distintas, más de las que creemos, porque ni siquiera todas nuestras elecciones son conscientes.
En la mayoría de ellos, no he llegado a nacer; en otros ya he cruzado mal un semáforo y he muerto; en alguno no me ha dado la nota para entrar a la universidad y en dos de ellos me acabo de ir a dormir, porque ya me sabría todo lo de Álgebra, o, por el contrario, me daba lo mismo qué nota sacar.
Quizás esos universos no se creen. Quizás existen desde siempre, y siguen caminos idénticos hasta el momento de la escisión. Y ese grupo de líneas paralelas se divida en dos grupos de infinitos caminos que se separarán antes o después. Incluso algunos de ellos habrán acabado ya, en la destrucción. O que no permitan más escisiones, más decisiones.
Cualquiera diría, leyendo este blog, que odio la filosofía y todo lo que se le parezca.
Existen infinitos universos paralelos. Y se siguen creando más: cada vez que tomas una decisión, por pequeña que esta sea, surge un universo paralelo donde has escogido la opción ahora desechada. Donde aquello contingente ha sucedido, donde la historia ha seguido otro curso, donde no estamos nosotros, donde somos diferentes. Existimos billones de veces, y de billones maneras distintas, más de las que creemos, porque ni siquiera todas nuestras elecciones son conscientes.
En la mayoría de ellos, no he llegado a nacer; en otros ya he cruzado mal un semáforo y he muerto; en alguno no me ha dado la nota para entrar a la universidad y en dos de ellos me acabo de ir a dormir, porque ya me sabría todo lo de Álgebra, o, por el contrario, me daba lo mismo qué nota sacar.
Quizás esos universos no se creen. Quizás existen desde siempre, y siguen caminos idénticos hasta el momento de la escisión. Y ese grupo de líneas paralelas se divida en dos grupos de infinitos caminos que se separarán antes o después. Incluso algunos de ellos habrán acabado ya, en la destrucción. O que no permitan más escisiones, más decisiones.
Cualquiera diría, leyendo este blog, que odio la filosofía y todo lo que se le parezca.
jueves, octubre 06, 2011
¿No os parece impresionante que la gente que no conoces también tenga una vida?
Ya sé que es una pregunta un tanto estúpida. "Sí, Mandarina, la gente tiene vidas, es algo obvio".
Pero me refiero a que... por ejemplo, en el metro... Te sientas a la hora en que ni está vacío ni está petado (porque no has tenido clase a última hora y no te has quedado jugando al mus porque al día siguiente tienes examen, digamos) y abres el libro en el que Gustavo Adolfo te está dedicando unas preciosas rimas sin ni siquiera saberlo. De repente, miras de reojo a la chica que está a tu lado, escribiendo un e-mail en su súper blackberry (cómo mola, no le he tenido que cambiar el nombre para que se parezca a una fruta). Intentas no leerlo. No, no lo leas. Qué más te da lo que pongas, si no la conoces, si tampoco sabes para quién es ni de qué está hablando. Va, esa frase y ya. Sigue con las golondrinas y las pupilas y los océanos y las violetas y los huracanes. Por un rato lo consigues. Pero descubres que tienes que leerte el mismo verso unos miles de veces porque ni siquiera estás intentando pensar en lo que te está diciendo el pobre muchacho. Normal que se muriera tan joven. En realidad hay algo que ronda tu cabeza: estás imaginándote la vida de la chica de al lado. Y dejas de leer. Miras tu alrededor. Hay gente, muy distinta. Supones de dónde vienen y a dónde están yendo. ¿Van a comer o tienen turno de tarde?
Y vas más allá, intentas pensar como piensan ellos. No son más que invenciones, mera ficción, ni siquiera has oído cómo suena su voz. Te inventas largos cuentos que protagonizan ellos, cuentos de gente normal, sin superpoderes. Gente que tiene sueño, como tú, que tiene muchísima hambre, como tú.
Y sin enterarte, has llegado a tu parada. Dejas esas caras y esas historias de las que dentro de un rato no te acordarás y te dispones a subir escaleras.
Pero me refiero a que... por ejemplo, en el metro... Te sientas a la hora en que ni está vacío ni está petado (porque no has tenido clase a última hora y no te has quedado jugando al mus porque al día siguiente tienes examen, digamos) y abres el libro en el que Gustavo Adolfo te está dedicando unas preciosas rimas sin ni siquiera saberlo. De repente, miras de reojo a la chica que está a tu lado, escribiendo un e-mail en su súper blackberry (cómo mola, no le he tenido que cambiar el nombre para que se parezca a una fruta). Intentas no leerlo. No, no lo leas. Qué más te da lo que pongas, si no la conoces, si tampoco sabes para quién es ni de qué está hablando. Va, esa frase y ya. Sigue con las golondrinas y las pupilas y los océanos y las violetas y los huracanes. Por un rato lo consigues. Pero descubres que tienes que leerte el mismo verso unos miles de veces porque ni siquiera estás intentando pensar en lo que te está diciendo el pobre muchacho. Normal que se muriera tan joven. En realidad hay algo que ronda tu cabeza: estás imaginándote la vida de la chica de al lado. Y dejas de leer. Miras tu alrededor. Hay gente, muy distinta. Supones de dónde vienen y a dónde están yendo. ¿Van a comer o tienen turno de tarde?
Y vas más allá, intentas pensar como piensan ellos. No son más que invenciones, mera ficción, ni siquiera has oído cómo suena su voz. Te inventas largos cuentos que protagonizan ellos, cuentos de gente normal, sin superpoderes. Gente que tiene sueño, como tú, que tiene muchísima hambre, como tú.
Y sin enterarte, has llegado a tu parada. Dejas esas caras y esas historias de las que dentro de un rato no te acordarás y te dispones a subir escaleras.
martes, octubre 04, 2011
El ateísmo es un humanismo
No me podéis decir que el título no queda muy filosófico y nogueresco.
Ya sé que no lo entiende nadie, yo tampoco. Lo que quiero decir es que soy atea al modo unamunesco, basándome en eso que me tuve que estudiar sobre "la imposibilidad y, a la vez, necesidad de creer", presente en todas sus obras.
Mientras iba ayer en coche, como una queen, pasé cerca del cementerio. Vi de lejos esa colección de cruces blancas y ángeles de piedra acompañados de pequeños puntos de colores brillantes. Y como hoy ni Clemente me daba conversación ni llevaba música, pues me puse a divagar sobre la muerte, el más allá, las escenas de un recuerdo y esta clase de chorradas que intento apartar de mi cerebro en momentos útiles y/o de sobriedad.
Muchas veces he intentado imaginarme el que exista un... algo, pero mi cerebro se colapsa, llega a la conclusión de que no hay tal. No sé si me entendéis, como cuando intento imaginarme el universo como un ente infinito, mi cabeza sigue con "¿y esto hasta cuando?" y le contesto "Hasta siempre, es infinito". Como si fuera un IDE de Pascal con un bucle del que no sabe cómo salir, y sigue calculando y calculando y calculando y calculando, hasta que alguien se digna a escribir BREAK. Del mismo modo, me asusta saber (o creer) que no hay nada después de esto y que todo lo que hacemos está condenado a perderse entre los siglos, que de nada sirven los logros ni los sacrificios.
Por eso, fanatismos aparte, admiro a la gente que cree (o sabe) que hay algo más, que hagamos lo que hagamos le importaremos a algo, que es capaz de perdonarnos. Que todo esto tiene algún sentido.
I may never find all the answers
I may never understand why
I may never prove
what I know to be true
but I know that I still have to try.
Que todos nos vamos a morir es la única certeza que poseemos (y a pesar de mi pánico a envejecer, prefiero esa opción a la muerte), que nos recuerden por algo, es cosa nuestra. Como creían los griegos, quizás la inmortalidad esté en que alguien conozca nuestro nombre cuando ya no estemos, que alguien lleve flores a donde quiera que quedemos y piense "No pasó en vano, vino por algo y por ello seguirá siempre en la memoria de los que restamos".
Ya sé que no lo entiende nadie, yo tampoco. Lo que quiero decir es que soy atea al modo unamunesco, basándome en eso que me tuve que estudiar sobre "la imposibilidad y, a la vez, necesidad de creer", presente en todas sus obras.
Mientras iba ayer en coche, como una queen, pasé cerca del cementerio. Vi de lejos esa colección de cruces blancas y ángeles de piedra acompañados de pequeños puntos de colores brillantes. Y como hoy ni Clemente me daba conversación ni llevaba música, pues me puse a divagar sobre la muerte, el más allá, las escenas de un recuerdo y esta clase de chorradas que intento apartar de mi cerebro en momentos útiles y/o de sobriedad.
Muchas veces he intentado imaginarme el que exista un... algo, pero mi cerebro se colapsa, llega a la conclusión de que no hay tal. No sé si me entendéis, como cuando intento imaginarme el universo como un ente infinito, mi cabeza sigue con "¿y esto hasta cuando?" y le contesto "Hasta siempre, es infinito". Como si fuera un IDE de Pascal con un bucle del que no sabe cómo salir, y sigue calculando y calculando y calculando y calculando, hasta que alguien se digna a escribir BREAK. Del mismo modo, me asusta saber (o creer) que no hay nada después de esto y que todo lo que hacemos está condenado a perderse entre los siglos, que de nada sirven los logros ni los sacrificios.
Por eso, fanatismos aparte, admiro a la gente que cree (o sabe) que hay algo más, que hagamos lo que hagamos le importaremos a algo, que es capaz de perdonarnos. Que todo esto tiene algún sentido.
I may never find all the answers
I may never understand why
I may never prove
what I know to be true
but I know that I still have to try.
Que todos nos vamos a morir es la única certeza que poseemos (y a pesar de mi pánico a envejecer, prefiero esa opción a la muerte), que nos recuerden por algo, es cosa nuestra. Como creían los griegos, quizás la inmortalidad esté en que alguien conozca nuestro nombre cuando ya no estemos, que alguien lleve flores a donde quiera que quedemos y piense "No pasó en vano, vino por algo y por ello seguirá siempre en la memoria de los que restamos".
lunes, octubre 03, 2011
Soliloquio
MANDARINA: (Al público) Como os habréis dado cuenta, hace meses que no escribo algo decente.
Tiempo ha desde la última vez que escribí, que experimenté.
¿Mi teoría? Me han absorbido las ciencias. Antes, con eso de tener clase de literatura, decía: "esta tarde a ver si leo algo del dadaísmo. Cuando pueda, me leo otro drama de Lorca. Este finde me compro una antología de Rubén Darío."
Ahora es: "espero acordarme esta tarde de mirarme álgebra, que no he hecho nada aun. Zeus, no he empezado con Física. Paso de hacer lo de Técnicas."
Tengo libros que leerme en mi mesilla de noche. Novecentismo y Generación del 27. Hacía mucho que no leía esas palabras. En este momento me siento la misma persona de antes del verano.
Tiempo ha desde la última vez que escribí, que experimenté.
¿Mi teoría? Me han absorbido las ciencias. Antes, con eso de tener clase de literatura, decía: "esta tarde a ver si leo algo del dadaísmo. Cuando pueda, me leo otro drama de Lorca. Este finde me compro una antología de Rubén Darío."
Ahora es: "espero acordarme esta tarde de mirarme álgebra, que no he hecho nada aun. Zeus, no he empezado con Física. Paso de hacer lo de Técnicas."
Tengo libros que leerme en mi mesilla de noche. Novecentismo y Generación del 27. Hacía mucho que no leía esas palabras. En este momento me siento la misma persona de antes del verano.
domingo, octubre 02, 2011
La omnipresencia como solución a los problemas.
No entiendo porqué las cosas solo pueden estar en un único sitio a la vez, o porqué no pueden cambiar de sitio aleatoriamente. Sería mucho más fácil encontrar las cosas si mirásemos siempre en el mismo lugar cada poco rato en vez de pensar en dónde vimos el objeto en cuestión por última vez.
Por enésima vez he perdido la clave de sol que llevo siempre puesta al cuello. De aquí a unas semanas la encontraré si sigo mirando debajo de la cama cada veinte minutos.
Por enésima vez he perdido la clave de sol que llevo siempre puesta al cuello. De aquí a unas semanas la encontraré si sigo mirando debajo de la cama cada veinte minutos.
sábado, octubre 01, 2011
Cambio de planes
¿Y ahora qué me pongo?
Voy con un Little Black Dress, apodado el "más tela y menos tirones" y me va a dar mucho miedito ir sola por la calle.
Voy con un Little Black Dress, apodado el "más tela y menos tirones" y me va a dar mucho miedito ir sola por la calle.
Adoro Madrid
Me encantan sus parques, sus edificios y sus fuentes.
Supongo que cuando (con todo mi optimismo me ahorro el "si") tenga pasta, me mudaré al centro. Un ático en la Plaza Mayor, o en Arenal, o en la cava baja. Cerca de todo. Rodeada de gente. Los extraños acentos de los turistas. Los fines de año. Los recuerdos de la Puerta de Toledo. Los artistas callejeros, mimos y músicos. Los estilismos por Fuencarral. La tranquilidad de Santiago. La vida que posee en cualquier momento del día. Los Veranos de la Villa. La historia que se respira en cada rincón. Los musicales de Gran Vía. Los atardeceres desde la Cuesta de la Vega (que son los mejores de Madrid, por si no lo sabíais).
Que yo me quedo aquí.
Supongo que cuando (con todo mi optimismo me ahorro el "si") tenga pasta, me mudaré al centro. Un ático en la Plaza Mayor, o en Arenal, o en la cava baja. Cerca de todo. Rodeada de gente. Los extraños acentos de los turistas. Los fines de año. Los recuerdos de la Puerta de Toledo. Los artistas callejeros, mimos y músicos. Los estilismos por Fuencarral. La tranquilidad de Santiago. La vida que posee en cualquier momento del día. Los Veranos de la Villa. La historia que se respira en cada rincón. Los musicales de Gran Vía. Los atardeceres desde la Cuesta de la Vega (que son los mejores de Madrid, por si no lo sabíais).
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