viernes, septiembre 30, 2011

Me siento vieja

Hoy unos niños, más pequeños aun que Naranjita (tendrían como doce o trece años) que iban a mi antiguo colegio, estaban sentados en la puerta de un estanco y me han preguntado que si podía comprarles tabaco de cachimba. Les he dicho que no. Se han empezado a descojonar. Seguro que luego han estado cuchicheando sobre aquella tía tan imbécil. Pues muy bien. Pero yo estaba diciéndome "jo, qué mayor soy, ya hasta aparento tener los dieciocho". Hace tres meses que me quejaba porque un puerta me había echado "quince para dieciséis". Ya no sé qué pensar, Quizás debería probar a ponerme esas cremas que aseguran quitarte diez años, solo por probar, que no puedo permitirme envejecer dos años y medio en tan poco tiempo.
La gente de la coral me ha dicho que se me ha puesto cara de universitaria, quizás sea por eso por lo que el mundo me ve más mayor. Cara de que sé echarme un farol al mus, supongo.
Órdago a grandes, a chicas; y a parejas y a juego, si es que llevas.

jueves, septiembre 29, 2011

Diagnóstico

Mandarina Submarina padece un trastorno multipolar, por eso cambias continuamente de persona con la que me refiero a mí misma.

miércoles, septiembre 28, 2011

Mandarina Submarina y la pulsera de "tierra, trágame"

-Sí, a veces digo una parida, tiro de la goma que llevo puesta en la muñeca y desaparezco.

Próximamente, en los mejores cines.

No me odiéis, no todavía

Ahora que esta dirección la conoce mucha gente que sabe que existo en la vida real (y no solo cuatro amigos e I.P.s anónimas que no enlazaban este blog con una persona -¿He dicho persona? Quería decir fruta- ), me va a dar mucha vergüenza escribir todo aquello que he estado escribiendo durante estos extraños meses. Ahora entiendo eso que dice Bi de "soy emocionalmente promiscua". No, no lo soy, más bien todo lo contrario, hay que obligarme bastante para que suelte una palabra, pero sí revelo muchas cosas sobre mí desahogándome por aquí. Yo sé que es mi culpa, que no tendría que publicitar el blog tanto, pero sabéis que lo de las visitas me pierde. Me pierde. Dios, si lo piensas soy muy rara: no quiero que una multitud de conocidos me lea, pero adoro que me digan "Ey, qué buena es esa entrada que habla del eterno retorno, tía".
Intentaré fingir que esas visitas que se registran de municipios de Madrid de los que no había oído hablar hasta hace un mes no existen, a ver si puedo. No prometo nada. Pero seguid hablándome aunque leáis una cosa que os sorprenda (aun para mal). "Por Zeus, Mandarina, no sabíamos que eras así".

martes, septiembre 27, 2011

No quiero ser una amargada

como mi madre, que se ha pasado todos los años que vivimos en Madrid trabajando en una tienda, cuando ella es médico de esporas. No hace otra cosa, a parte de trabajar, que estudiar y estudiar para oposiciones que no sabe ni cuando son. Hoy ha vuelto de una, y a juzgar por el humor del que viene, diría que no le ha salido muy bien.
¿Y si la vida me lleva por un camino que no espero? ¿Y si paso estos fabulosos años estudiando una carrera para acabar de cajera en un supermercado (cosa que creo bastante improbable)? No iba a dejar de ir a la universidad estos años aunque me aseguraran un futuro así, porque llevo un mesecillo y me lo estoy pasando bastante bien. Pero, no sé, esto de la economía está muy mal, y a ver si no hay trabajo para nada y llega el declive occidental y los dragones asiáticos se hacen con el control del mundo. Bueno, en ese caso yo creo que ni siquiera podría ser cajera.
En fin, frutillas, estudiad y aprended chino, a ver si conseguís fregar escaleras o algo así. Y nada de oposiciones, ¿eh?, que son una mierda y vuestros pequeños cítricos acaban pagando los platos rotos del estrés.

lunes, septiembre 26, 2011

Me van a dar muchos palos este año.

Porque llevo semanas sin abrir un libro. Porque estoy viviendo de las rentas. Porque paso de todo y me echo otra partidita al mus. Porque twitteo en clase. Porque chateo en clase. Porque a veces ni copio en clase. Y los números no son lo mío, aunque me empeñe. Que tengo una gran capacidad para inventarme las cosas, pero referente a inventarme letras. La única vez que me inventé algo en un examen de números y me salió bien fue demostrando igualdades trigonométricas: cuando no supe como seguir por un lado, lo igualé al segundo y me quedé tan ancha. Y ya ni eso. Va, amigos, va.
Las venas largas este año, había dicho.
Soy una jodida vaga y mira que me han advertido veces que ya no estoy en el colegio, pero yo en mis trece, sigo dejándolo todo para el último momento (¿enero o julio?).

jueves, septiembre 22, 2011

Malvada, perversa y cruel (3)

Esto de fingir ser maja no es tan difícil ni se me da tan mal. Lo mismo debería adaptarlo como forma de vida.
Pero me va a costar desengancharme de lo mío: siendo hija de la reina del sarcasmo, no me queda menos que ser la princesa.
En fin, como la gente no me conoce aún, después de cada cada vez más sutil bordería (que se me escapan, no lo puedo evitar) suelto una sonrisilla y pongo ojitos, lo me hace parecer doce años más joven, y en consecuencia, inocente y dulce. Ais, ¡qué niña más rica, mira qué ojos tan bonitos, qué pestañas tan largas! ¿Cómo va a decirlo con maldad? Ah, crédulos: Soy malvada, perversa y cruel, y tendré tiempo de demostrarlo. Os aviso ahora para no decepcionaros y que os llevéis una gran ostia. Aunque seguramente me la lleve yo cuando suelte una de las mías y alguien me responda al estilo de Aguacate Epíteto_que_he_decidido_borrar, solo que sin el amor con el que él en el fondo lo hace.
Total, que me conviene solo pensarlo, reírme mentalmente, y que el universo crea que soy tan buena como parezco cuando hago pucheritos. Si es que el teatro español se está perdiendo mucho sin mí, y mi madre lo sabe.

miércoles, septiembre 21, 2011

Granada.

Granada debería darse cuenta de muchas cosas: de que está perdiendo el tiempo con él, que no la merece ni la valora, que es un paleto violento, de que ni compensa el tiempo de sufrir con el de estar bien. Que se ha acostumbrado a él y por eso le cuesta desengancharse, pero que necesita dejarlo definitivamente, porque han sido tantas las falsas alarmas que los ultimátums no sirven para nada. Que ha tenido cuatro años más para madurar y no lo ha hecho, no lo va a hacer en dos días ni porque ella se lo pida. Que él no va a cambiar ni a dejar de mentir, que no tiene derecho a decirle qué puede y qué no puede hacer. Que si ella quiere, sale, igual que hace él con cuidado de que ella no se entere. Y no pasa nada porque se suban fotos. Que ambos tienen ya una edad como para escribir con todas las letras y con las mayúsculas donde son necesarias.
Que le mandes a la mierda, coño, que dos años eran más de lo que se merecía (y te lo digo porque te quiero).

Y Lima, Manzanita, el Sr. Najanja, el de forma cúbica, D., tantos otros (incluyendo tu abuela) y yo estamos hartos de decírtelo, pero a ver si abres los ojos de una vez. Y vives tu nueva vida, que es una etapa que aun tienes que disfrutar.

martes, septiembre 20, 2011

Hoy es un día gris

Sí, a parte de que he dormido mal, la piscina ha sido tapada con la lona azul hasta el próximo verano. Y eso que hace siglos que no me meto. Pero, no sé, me hacía ilusión volver a casa muerta de calor, ver a los vecinos chapoteando y pensar "ahora mismo bajo". Luego me venía la pereza, me desmayaba en el sofá durante un ratillo y para cuando me despertaba, ya se había pasado el momento.
Ala, pues mañana sí que me va a apetecer de verdad y no voy a poder, jolín.

domingo, septiembre 18, 2011

Las zapachanclas

El juernes perdí un concurso que organizamos en mi clase, el de "a ver quién tiene las zapatillas más rotas".
Iba yo con mis super zapatillas de lona y goma, moradas, que están para chóped ya, que la suela de la parte de alante de una de ellas está despegada del resto, que ni con superglue se arregla, pero que sigo teniendo, las amo profundamente y me acompañarán en numerosos episodios de mi vida en los que espero que no llueva.
Dos compañeros de mi clase habían asegurado el día anterior que iban a ser los ganadores, pero aún así, mientras iba en la RENFE, visualizaba cómo sería yo quien les batiera.
Mi decepción al llegar a clase fue ver a uno de mis compañeros, que carece, como los demás, de nombre frutil, calzado con lo que denomina las "zapachanclas". Consiste en unas deportivas a las que se le ha recortado lo que sería medio círculo en la parte inferior, lo que estaría pegado a la suela, de la zona posterior. Como si se tratara de una de estas sandalias de las que se atan en el tobillo con una hebillita, pero en versión deportiva. Obviamente, nos dejó a los demás por los suelos.
Y me llevó a preguntarme: ¿porqué estamos tan orgullosos de tener las zapatillas más viejas, rotas y llenas de mierda en una sociedad consumista en el que las mejores y más caras zapatillas o el alto nivel económico son sinónimo de éxito? ¿es por la rebeldía que supone el que nuestras madres no las hayan tirado aún? ¿o es que podemos presumir de todo lo que hemos pisado con ellas, que en según que casos también representa pertenencia a la clase alta? ¿o simplemente es moda aparentar ser un jincha y luego tener mazo de pasta escondida debajo del colchón?

sábado, septiembre 17, 2011

Lo de las compras compulsivas me viene de familia

Clemente y Clementina cada vez dejan menos espacio en el que vivir dentro de mi casa, ya que ambos pretenden llenarla de sus artilugios favoritos: las cámaras y las muñecas, respectivamente. Los dos se autoengañan, ella regalándonoslas a Naranjita y a mí, y él fingiendo jubilar las anteriores y asegurándonos que en cuanto se compre la nueva, nosotras heredaremos automáticamente las demás (y luego no nos deja tocarlas, no vaya a ser que nos carguemos su preciosa réflex que ya no usa nunca pero que queda muy bien dentro del cajón).
Lo que más gracia me hace es que el uno al otro se reprocha el haber comprado una nueva: "Paraquéquieresotrasiyatienestrescientas", "Sisiguesasíhabráquecomprarseunacasasoloparatuscosas", "Yapodríashacerunalimpiadelasviejas"...
Cuando todo ello sea mío (o por lo menos la mitad) lo venderé por e-bay o haré un museo, y os aseguro que me haré sumamente rica, ya veréis.

Y de esto me he acordado hoy por que mi madre me ha regalado un piratita de plástico, que es divino, por cierto.

viernes, septiembre 16, 2011

Lo mismo hasta va a molar un poco hacerse mayor. Pero solo un poco. Quiero decir, mola un poco ser un poco mayor, ya me entendéis. Solo a veces, hasta que tenga exámenes.

jueves, septiembre 15, 2011

¡JUERNES!

Hoy es juernes, hoy es juernes, atrévete con el juernes, atrévete con el juernes. ¡Juernes!

Este tipo de semanas se hacen muy, muy, muy cortas. Y tengo que desacostumbrarme, porque es la útima en mucho tiempo.
Pero sí, esto de ir a la universidad mola, sobre todo mientras no tenga exámenes y siga dando cosillas de repaso. Vaya mierda de blog que parece un diario. Volverán tiempos mejores, cuando tenga que estudiar tanto que no tenga tiempo para respirar: entonces escribiré grandes historias que me ocuparan tardes enteras.

miércoles, septiembre 14, 2011

Guatalaifdisguan (2)

O sea, que llevamos semana y media de curso y ya soy mundialmente conocida como "la de los apuntes bonitos". No quiero pensar qué será de mí cuando llegue la temporada de exámenes. Lo mismo hago una copia de seguridad, la copia para prestar, y así me aseguro no perderlos.
Me han cambiado el profesor de programación y ya no podré decir que tengo un profe griego, con lo bien que me caía el tal Christos este.
Por lo demás todo bien, gracias. Tengo un grupo majo de clase, ya os contaré qué nombres les pongo y esas cosillas. No volveré a ser cruel como lo fui con C (a no ser que alguien me toque mucho los pomelos) porque luego me arrepiento y no es plan, amigos.

lunes, septiembre 12, 2011

Guatalaifdisguan

Estaría de puta madre que el día tuviera 30 horas. ¿Y porqué los políticos no han hecho aún nada al respecto?

Decadentes domingos noche.

Ais, que no has hecho nada. Que toca volver a lo mismo. Que sabes que hasta las cuatro no te vas a dormir.
Deberías volver al gimnasio, pero bien. No media hora día sí, día no. Ir bien. Hasta que vuelvas a ser la de junio, por lo menos.
Y, ¿porqué coño sigue haciendo calor si ya no estoy de vacaciones? Hace una semana estaba atacada y ahora... solo quiero que sea otra vez 11 de junio. Realmente era otra persona entonces. El "todavía queda mucho para volver" te hace ser feliz de un modo especial, no te da la sensación de perder el tiempo en no hacer nada. Cuando das vueltas en la cama con la esperanza de que bajen seis grados de repente no cuentas las horas que quedan para que suene el despertador, porque no va a sonar nunca. Pero, ay, amigos, ahora cada vez queda menos arena en el cono superior... y sigo delante del ordenador. Sí, tengo un problema mental. Pero me voy a quedar otro rato. No hay razón en ello, solo que no me apetece quedarme pensando hasta las cuatro sobre el devenir y las temperaturas del fin del verano. Y la opción que queda es visitar cada quince minutos la cocina, buscando al azar la poción mágica del sueño, que quiero pensar que se encuentra en mi nevera.

viernes, septiembre 09, 2011

Del comienzo del curso. Del comienzo de etapa. De todos los comienzos. O puede que de ninguno.

Y ves a la gente de tu clase, los que te acompañarán durante, por lo menos, los próximos cuatro años, y sientes ganas de preguntarles ¿de verdad vas a ser importante en mi vida? ¿pondremos verdes a todos los demás presentes en la sala juntos? ¿nos vamos a acostar en pleno pedo de fin de exámenes? ¿nos iremos juntos de viaje por Europa? ¿será tu camisa la que limpie mis lágrimas o la que te robe por las mañanas? ¿me ayudarás en las mudanzas? ¿iré a tu boda? ¿seré madrina de tus hijos? ¿quedaremos para cenar un día cualquiera de vacaciones de navidad en casa de uno de nosotros para recordar los viejos tiempos en los que éramos felices sin saberlo porque solo teníamos que pasarnos largas tardes de tedio y estudio? ¿o simplemente seguiremos cada uno con sus amigos del colegio y del instituto y fingiremos que no nos odiamos para poder pedirnos los apuntes?

jueves, septiembre 08, 2011

Parece ser que los globos de helio que se portan mal no van al cielo.

Cuando intentas sacarlos del subsuelo, dos corrientes opuestas se alían hasta conseguir deshacer el nudo que les retiene a tu altura. Ambas corrientes, creadas por sendas puertas de salida, repelen con tal fuerza al globo que este no tiene más remedio que dejarse arrastrar hasta que se ve obligado a pasar a un pasillo paralelo. Y allí se quedará toda la eternidad, porque, ¿cómo sale un globo de helio del metro si no es por la puerta?

lunes, septiembre 05, 2011

domingo, septiembre 04, 2011

Llevo medio verano meditándolo y aún no sé que ponerme mañana. Sí, porque es que ya es mañana.

sábado, septiembre 03, 2011

Sutil vuelta a la rutina

Hacía mucho que no sentía el cambio de peso en mis pies, de las almohadillas a los talones, el cómo pasa la tensión de un abdominal a otro cuando haces un círculo africano, ese momento en el que crees que vas a caerte hasta que tus lumbares se dignan a sujetarte. El ver que te pierdes irremediablemente al combinar tres movimientos. El notar que los brazos no te aguantan más tiempo estirados en quinta, pero que, logrando convencerlos de que solo se sostengan un segundo más, otro más, y otro, consigues finalizar el ejercicio.
Mañana será otro día: no sé cómo voy a lograr levantarme con las agujetas que tendré.

viernes, septiembre 02, 2011

Conversaciones filosóficas a no tan altas horas de la madrugada

- No, no, tú no llores. Que eres una chica mayor: Una universitaria. Y las universitarias no lloran.
- ¿No? ¿Por nada?
- No, porque tienen infinitos años para arreglar su vida. Nada es irreversible, excepto la muerte. Y somos muy jóvenes, demasiado, como para pensar en la muerte.
- ¿Y antes por qué lloraba?
- Porque eras inmadura y no sabías lo que era la vida.
- Como buena manzanita, tendré que madurar.
- Pero sin caerte del árbol.
- Hay que caer y darse el golpe para madurar, me temo.
- Bueno, te dejo llorar, pero échale la culpa al síndrome premenstrual, que así no preguntan más.