sábado, septiembre 17, 2011

Lo de las compras compulsivas me viene de familia

Clemente y Clementina cada vez dejan menos espacio en el que vivir dentro de mi casa, ya que ambos pretenden llenarla de sus artilugios favoritos: las cámaras y las muñecas, respectivamente. Los dos se autoengañan, ella regalándonoslas a Naranjita y a mí, y él fingiendo jubilar las anteriores y asegurándonos que en cuanto se compre la nueva, nosotras heredaremos automáticamente las demás (y luego no nos deja tocarlas, no vaya a ser que nos carguemos su preciosa réflex que ya no usa nunca pero que queda muy bien dentro del cajón).
Lo que más gracia me hace es que el uno al otro se reprocha el haber comprado una nueva: "Paraquéquieresotrasiyatienestrescientas", "Sisiguesasíhabráquecomprarseunacasasoloparatuscosas", "Yapodríashacerunalimpiadelasviejas"...
Cuando todo ello sea mío (o por lo menos la mitad) lo venderé por e-bay o haré un museo, y os aseguro que me haré sumamente rica, ya veréis.

Y de esto me he acordado hoy por que mi madre me ha regalado un piratita de plástico, que es divino, por cierto.

1 comentario:

  1. mmm un piratita eh? mmm de plático eh? (cejas cejas)

    x cierto, q mala hija, mira q vender los recuerdos d os teus pais...

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